¿Estás emprendiendo un negocio, o ya tienes tu propia empresa? En cualquiera de los dos casos, tu organización afronta riesgos que pueden afectar su desempeño y crecimiento, es decir, sus resultados cuantitativos (volumen de activos, niveles de ventas, utilidades, rentabilidad, participación en el mercado, productividad de los trabajadores, etc.) o cualitativos (el incumplimiento de la visión, misión, objetivos, filosofía, cultura organizacional, estándares de calidad, satisfacción del cliente, innovación, etc).
Los riesgos pueden ser internos, como son los de carácter operativo, o externos, como son los de índole financiero. Para la gestión de esos riesgos, existen las denominadas “metodologías ágiles”, como Scrum, cuyo propósito es mitigar cualquier posible afectación al negocio gracias al grupo de gestión de proyectos, integrado por los siguientes elementos con sus respectivos roles.
Como responsable de las decisiones finales en torno al producto —de acuerdo con los requerimientos del cliente o usuario— suele ser también el responsable de tomar las decisiones definitivas para afrontar los riesgos, con la ayuda del coordinador del Scrum y el equipo desarrollador.
Es el encargado de procurar que los procesos en Scrum —de la gestión del proyecto en general y de la gestión de riesgos en particular— fluyan, coordinando al equipo desarrollador en función de las decisiones del líder del producto.
El grupo multidisciplinario de profesionales responsables de llevar a cabo los trabajos para el desarrollo del producto suele también encargarse del trabajo de gestión de riesgos, bajo la supervisión del coordinador Scrum y de acuerdo con las decisiones tomadas por el líder de producto.
Como elementos que forman parte de la puesta en marcha de la metodología Scrum para la gestión de riesgos, tanto el líder del producto y el coordinador Scrum como el equipo desarrollador participan en las distintas etapas (sprints) del proceso que sigue dicha metodología.
1. Planificación del sprint
Consiste en una reunión al inicio de cada sprint para establecer objetivos, repartir tareas y fijar tiempos que deberán cumplirse durante esa etapa del proceso.
2. Scrum diario
Se trata de breves reuniones diarias (en promedio de 15 minutos) en las que el equipo de desarrollo informa de sus avances, de lo que continuará haciendo y de cualquier inconveniente que se haya presentado durante el proceso, a fin de resolverlo.
3. Revisión del sprint
Consiste en una reunión al final de cada sprint, para comentar y evaluar las tareas completadas y avances durante esa etapa.
4. Retrospectiva del sprint
Se trata de también de una reunión al final del sprint (puede ser en la misma de la revisión), para evaluar qué tareas se están llevando a cabo correctamente y cuáles no, a fin de mejorar la realización de estas últimas.
Así pues, al aplicar la metodología Scrum a la gestión de riesgos el proceso sería un ciclo representado gráficamente de la siguiente manera:
El ciclo inicia con la identificación del riesgo, continúa con el análisis y evaluación del mismo para, con base en la información obtenida de esa valoración, planificar una respuesta que mitigue dicho riesgo y, finalmente, efectuar un control y monitoreo de la mitigación del posible efecto adverso para el negocio.
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Gráficos: Miguel Ángel Zarazúa
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